lunes, 10 de diciembre de 2012

¿DÓNDE ESTÁN MIS DERECHOS?

Hoy, 10 de diciembre, se celebra el Día de los Derechos Humanos. La celebración de este tipo de efemérides o fechas a destacar parece no servir de mucho, salvo por el hecho de que por unos minutos, si es el tema te interesa lo suficiente, te paras a leer algún artículo o reflexionas sobre el hecho en cuestión. Hoy, 10 de diciembre de 2012, es un buen momento para hacer esto, y más que nunca para sentarnos a pensar sobre nuestros derechos.

Desde que comenzó la crisis económica mundial, los derechos se están restando, denigrando, desapareciendo, siendo vulnerados... Las circunstancias que vivimos se pueden definir de muchas maneras, pero la clave está en dirigirse a la raíz del asunto. ¿Qué son los derechos humanos? ¿Por qué existe la Declaración de Derechos Humanos de la ONU? Este artículo de Paco Gómez Nadal en Otramérica es magnífico para responder a estas preguntas. El lema de la ONU de este año es "toda persona tiene derecho a participar en la sociedad". Muy significativo de lo que hoy en día no pasa en ningún lugar del mundo. Usted ciudadano de un mundo global tiene derecho a voto, a educación, a la libertad de expresión... Durante muchos años, sobre todo los pobladores del primer mundo, hemos vivido con la impresión de gozar de un mundo libre, en el que se puede hacer prácticamente de todo y permanecíamos ajenos a lo que sucedía en esas tierras lúgubres del África Subsahariana o en los slums de India. Pero... OJO, ahora somos nosotros los que estamos perdiendo nuestras queridas libertades y cada vez tenemos menos derecho a reclamar lo que nos pertenece...



En este punto crítico, cabe ir más allá... Los derechos humanos existen porque hubo un tiempo en el que se vulneraron, sobre todo a raíz de las guerras mundiales. Es entonces donde se decidió establecer una serie de documentos, que hoy proliferan, para que toda la humanidad supiera que hay que respetar determinados derechos intrínsecos por el simple hecho de ser persona. ¿Qué sucede cuandos esos derechos son violados? ¿Existe algún órgano al que acudir para que los defienda? La realidad es que existen muchos organismos internacionales y textos que los respaldan, sin embargo, el problema es que ninguno de ellos son vinculantes de cara a la justicia punitiva. A la hora de la verdad, nadie se posiciona, y vuelven a ser los ciudadanos individuales y los grupos espontáneos de personas los que pelean por los derechos, Al final, todas las dinámicas son iguales, existen pobres porque hay ricos, se habla de derechos porque algún día existieron libertades que nos arrebataron a los seres humanos y existen ONG porque alguien debe cerrar el triángulo formado por gobiernos y organismos internacionales... Y el común de los mortales volvemos a quedar fuera de ese entramado...

Malos tiempos para celebrar el Día de los Derechos Humanos, malos tiempos para "participar en la sociedad" como dice la ONU... Eso sí, es la época más adecuada para luchar por ellos. Es el día para plantearse qué debemos celebrar y qué debemos defender. En definitiva, es un día para hacer balance, pero uno a uno, como personas únicas, con pensamientos propios. Es momento de REFLEXIONAR.

Y para terminar... Como dice Carlos Taibo hoy en su cuenta de Twitter:


Bien estaría que en el día de los derechos humanos la UE renunciase a recibir un premio Nobel de la Paz que con toda evidencia no merece 

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Caramelo Público


Caramelo Público 



“La salvación de los servicios públicos pasa por una gestión privada”. 

Hay un problema de fondo que se produce cuando los gobiernos se quieren lucrar a costa de privatizar  sectores dependientes del estado. Hay servicios que generan un beneficio social en vez de un beneficio económico y eso corre a cuenta de cualquier estado, un gasto social beneficioso para el conjunto de la sociedad.

Creo que nuestro estado social ha sido muy pobre durante los años de bonanza económica y la prueba está en que al primer tijeretazo del gobierno en este último año, todo ha desparecido. Hay servicios que no pueden  ni deben estar al amparo del poder lucrativo de las empresas. Al llegar a ese caso los “apoyos sociales” se convierten en sucios negocios que se deterioran y desaparecen con el tiempo. Todos hemos visto en que se ha convertido la energía eléctrica cuando han desaparecido los mecanismos reguladores del estado.

¿Qué va a suceder con la Sanidad?. Hay que recordar la cantidad de millones de todos los contribuyentes invertidos en la construcciones de centros de salud y hospitales, ¿para qué? Para ganar elecciones. Y ahora es un gasto que pasa a manos privadas elegidas a dedo; un ejemplo de cómo invertir dinero público para lucrar a gestores enchufados.

La educación, ¿qué pasa con la educación?, llevamos años pidiendo una mejora en la educación secundaria para nuestros hijos y en vez de sentarse y desarrollar una educación eficiente, nos dedicamos a cambiar de plan de estudios cada 4 años. Las generaciones llegan menos preparadas a la Universidad. La Universidad Pública está enferma, y está enferma porque nuestros políticos quieren controlarla y gestionarla y la vía que emplean es que cada año dan menos dinero en sus presupuestos generales. Esto acompañado de la subida de impuestos, se traduce en que la Universidad está abocada a la intervención por parte de la comunidad de turno.

Podríamos seguir hablando de diferentes sectores, ayudas eliminadas….Nuestro estado de derecho nunca ha sido un estado de bienestar, simplemente nos pusieron el caramelo en la boca, pero el caramelo era para ellos. Para nuestros políticos.



lunes, 29 de octubre de 2012

ESPAÑA, ¿NUEVO PAÍS DEL SUR?

No son pocas las personas que habitan fuera de Europa a las que les cuesta situar en un mapa mundial a España. Desde el punto de vista económico, hoy más que nunca es difícil clasificar a la Península Ibérica... La situación no nos acompaña, sobre todo tras conocer los datos recientes de Cáritas. La organización atendió en 2011 a casi dos millones de personas, 200.000 más que el año anterior. Es decir, que cada vez es más la gente que no tiene para comer, que no tiene trabajo, que observa cómo es desahuciada, que no puede irse de vacaciones, que no llega a fin de mes, que comprueba como sus hijos no pueden llevar una vida normal (ir a excursiones, actividades extraescolares...), que ve marchar a sus hijos mayores al extranjero en buscar de oportunidades... Una larga lista que sitúa a España más cerca de los países del Sur que de los prósperos y ricos países del Norte...

Un país que ha pasado por una guerra civil, que vio morir a gente, hombres y mujeres que dijeron adiós a sus familiares, que se subían a los barcos para cruzar el océano a la caza de trabajo y que nunca regresaron a su país de nacimiento... Pasamos una dictadura y, por fin, llegó la democracia. Y entramos en Europa y llegó la prosperidad económica... ¿En qué punto se encuentra España? ¿La Historia se repite? Sí, hay acontecimientos que se repiten, pero de la Historia también se aprende y todo lo que hemos recorrido no puede haber servido para nada. Todo lo que lucharon nuestros antepasados no puede esfumarse ahora...

Los servicios sociales desaparecen y las colas del desempleo aumentan, sin embargo, la población ha demostrado que sabe movilizarse y que no está dispuesta a callarse. Mientras, los políticos siguen hablando con eufemismos y con términos económicos difíciles de comprender. Aún así, en un país sumido en una grave crisis, las diferencias sociales también van en aumento. Justo ahora que más que nunca se necesita unidad y luchar por unos mismos intereses. Según las últimas cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA), San Cristóbal de los Ángeles es el barrio madrileño que más desempleados acumula. y, usted, ¿sabe situar en el mapa esta localidad? Pruebe a buscarlo en la inmensidad de este mundo globalizado.


Fuente de la imagen: Escapadores. El Blog Viajero

miércoles, 8 de agosto de 2012

DEJAR VIVIR


Un objetivo del Gobierno consiste en revisar toda la legislación que existe en España, porque hay “oleadas” de decretos y normas que , en la práctica constituyen “trabas”. Para Rajoy un buen director general no es el que hace cinco decretos, sino el que deroga cinco, porque así “da libertad” y “deja vivir”. Esta idea, que la pronunció el actual presidente hace unos meses, viene muy bien a la hora de hablar de gestión pública o privada.




A estas alturas de la película todos sabemos que la idea fundamental del Libre Mercado es que las gestiones de los países sean privadas y que desaparezcan los mecanismos de regulación que impiden la circulación de capital. Casos como España, donde una clase política corrupta nos ha llevado a una recesión sin precedentes, no ha tenido otra opción que acudir al BCE para solicitar ayuda para sanear las cuentas de las cajas que ellos mismos gestionaban. Pero toda ayuda tiene un precio, nadie nos explica “su valor” pero todos sabemos la repercusión social que va a  tener.


“Hay que recortar en el sector público, hay sectores que ganan menos de lo que se invierte”, frases como esta ponen de manifiesto que nuestro país ha entrado en el juego de la “ruleta rusa del capitalismo”.  Lo cierto es que el déficit público de España es bajísimo, por debajo incluso de las grandes potencias europeas. Este déficit tan bajo hace pensar que nuestra administración pública es paupérrima, tanto la  gestión, como la sanidad, la educación, etc .. Lo que deberían de hacer es invertir los impuestos, que pagamos, en llevar a cabo un modelo sanitario basado en la prevención médica e intentar reducir las largas listas de espera. Invertir en un modelo de educación con motivación, preparación y exigencia…


Las gestiones privadas en el tiempo suelen ser desastrosas para un país. En Francia privatizaron la gestión del agua, y ahora van a volver a nacionalizarla porque las compañías privadas han hecho una gestión malísima y han dejado que la red se deteriore hasta límites increíbles. Y es comprensible, porque las empresas privadas solo tiene un objetivo: ganar dinero. Por eso, no quiero ni imaginar lo que podría pasar con la sanidad y la educación.


La gestión pública debe desarrollarse velando siempre por mantener o mejorar la institucionalidad del Estado en lugar de buscar soluciones fuera del sistema. No debe caer en la tentación de hacer gestión pública con las reglas de la gestión privada.

lunes, 6 de agosto de 2012


LOS NIÑOS ESPAÑOLES TAMBIÉN SON APADRINADOS

A petición de nuestros primeros lectores… Aquí va un fragmento de la noticia del apadrinamiento de niños españoles que el domingo publicó Martín Mucha en el suplemento Crónica de El Mundo.

Pensaba usted que, como antes veía en folletos de ONG con niños latinoamericanos o aquellos africanos de Biafra, sus hijos serían adoptados, que vivirían gracias al apadrinamiento de extranjeros? Y Azucena Paredes, 30 años, madrileña, madre de Desiree y de dos pequeños más, que subsiste gracias a la ayuda de 400 euros de una familia noruega, hace mutis antes de contestar. «Nunca lo habría imaginado hace un año, pero es así. Esa es mi situación. Lastimosamente».
La realidad, a secas. «La española Desiree, 4 años, es adoptada por la noruega Sunniva, 10». Lo publicó el periódico noruego VG, [24 de junio de 2012]. No hay eufemismos. La pequeña Sunniva, iris que encandilan, pelo rubio oscuro, decidió apadrinar a Desiree, pelo negro ensortijado, y a su familia española desahuciada. Y el de la hija de Azucena es el primer caso, mas no el único.
Decenas de noruegos están ya contribuyendo económicamente para sostener a nuestras familias atrapadas en la gran crisis. De apadrinar a niños en medio mundo, los ricos españoles hemos pasado a ver a los nuestros apadrinados desde la propia Europa. El reclamo de solidaridad con nuestros niños de la crisis ha calado hondo en los civilizados europeos del Norte...
[…]
Aún así, la iniciativa noruega de adopción no es única. La Gran Asociación de Beneficencia Nuestra Señora de los Desamparados de Valencia también ha lanzado una iniciativa para que españoles apadrinen a españoles. Una veintena de personas reciben 300 euros de donación mensual gracias a esta iniciativa. Los perfiles: «Madre divorciada con cuatro hijos, alquiler de 434 euros, nómina de 410». «Mujer con dos chicos que gana 280 euros». Lista de espera interminable.


La infancia española también está sufriendo gravemente las consecuencias de la crisis. Unicef España publicó un informe en el mes de mayo en el que alertaba de esta situación (Se puede consultar en este enlace http://www.unicef.es/sites/www.unicef.es/files/Infancia_2012_2013_final.pdf#page=28). Los menores también dan su opinión en este estudio, de lo que se han obtenido datos como que "siete de cada cien niños se sienten solos y casi uno de cada diez es más bien pesimista ante el futuro".

Ellos son nuestro futuro…

sábado, 4 de agosto de 2012

LA CULPA FUE DEL “CHA-CHA-CHÁ”


LA CULPA FUE DEL “CHA-CHA-CHÁ”


"Cuando el infierno son los otros, el paraíso no es uno mismo" Mario Benedetti

               


Los españoles nos estamos convirtiendo en auténticos expertos "culpadores". Es el nuevo deporte nacional (un remake para cuando las cosas no funcionan, diría yo). Mientras buscamos culpables nosotros dejamos de serlo y dejamos de sentirnos responsables, dos pájaros de un tiro… y conciencia limpia. Porque culpar es rentable (o eso creemos), y lo practicamos con alegría y descaro desde la política hasta el último rincón de la sociedad mientras el país se tambalea y los buitres sobrevuelan a la espera del desmayo.

                “Los políticos tienen la culpa”, dicen muchos. Claro, como si no los eligieramos nosotros. Pero en el arte de exculparse no tenemos rivales, y cuentan otros que ellos no votaron a los que nos están llevando a la ruina. Así que hagamos un repaso de culpables:
                 
               Zapatero tuvo la culpa de la crisis y de la herencia dejada; Rajoy tiene la culpa de que España se hunda y de mentir; el BCE tiene la culpa por no actuar como un verdadero Banco Central; Merkel y los bancos alemanes nos persiguen; y los mercados se ceban con la crisis de la deuda. Y es que la “pobre Caperucita" no vio al Lobo venir.

                Ya que estamos metidos en el tema, contemos culpables. Si exceptuamos a los niños como en las guerras (las mujeres y mayores aquí no se salvan) contamos unos 36 millones de ciudadanos. Once millones de culpables votaron a Rajoy, pero es que siete millones votaron a Rubalcaba (ex-vicepresidente del Gobierno anterior y precursor de las mismas políticas que matienen en tan “paradisiaca”situación al país). Ya hay 18 millones, aunque seguro que hay más. Sigamos, porque están los que no votaron: “culpables por omisión”; y los que votaron a CIU, PNV, Amaiur o ERC, por supuesto, culpables por nacionalistas o arbertzales. Entre unos y otros sumamos unos doce millones, y ya van 30. Pero como buenos inquisidores sigamos buscando herejes.  Están también aquellos que vivieron por encima de sus posibilidades; tenemos a los que especularon a pequeña escala en el sector inmobiliario; tenemos a los empresarios; a los que defraudan a Hacienda (empresas y trabajadores); no debemos olvidarnos de los sindicatos, de los funcionarios y de los “perroflautas” que no aportan nada al Estado; y, por último, están los culpables estrella: los bancos y las cajas (de los cuáles nadie es cliente). Seguro que en esta última ronda algunos repiten como culpables, ¡qué cabrones!
                
               Estoy convencido que con un poco de ayuda encontramos a muchos más culpables, pero nosotros nunca seremos uno de ellos.

                No pretendo con todo esto exonerar a todos de culpa, ni mucho menos dar entender que todos somos igual de culpables. Evidentemente, por razones obvias de poder y capacidad de acción, hay quiénes han tenido y tienen mucha más responsabilidad de lo que está sucediendo que la gran mayoría de los ciudadanos, y es nuestra obligación exigir cambios. Pero hay que aceptar que debemos empezar por nosotros mismos, actuando de forma responsable y coherente, más allá de partidismos y oportunismos, de forma que podamos ser un ejemplo para otros y que construyamos cimientos nuevos, abandonando esa cómoda idea de que la casa se puede reformar desde arriba. A aquellos pocos que ya lo hacen, felicidades.

                No olvidemos que el que culpa no es culpable y hace culpable a otros, a la vez que hacemos complices en nuestra búsqueda de culpables, porque nadie quiere serlo; y entre culpa y culpa nadie es culpable, ni responsable, con lo cual todo sigue igual…de MAL.



viernes, 3 de agosto de 2012

ALGO MÁS QUE UN VOTO (II)


¿Cómo y por qué es imprescindible potenciar una democracia participativa?

Sin entrar en excesivos detalles, algo que haremos en próximos post, sí que podemos afirmar que la ya omnipresente “crisis” ha puesto de manisfiesto algo que de hecho ya se entreveía, la debilidad de nuestro sistema político, económico y social. En esta situación, el desequilibrio de fuerzas genera un sistema donde las desigualdades aumentan y donde el peso de la voz social disminuye. Es decir, en un sistema de equilibrio muy básico en el que economía – Estado – sociedad civil crearan una engranaje de contrapoder entre ellos, conseguiríamos una situación de estabilidad que permitiría una evolución coherente de progreso.



    Pero la situación de nuestro país está lejos de ese equilibrio, la permisibilidad hacia el sector económico privado por parte de los otros dos sujetos (gobiernos y sociedad civil) en los últimos 20 años, ha creado un sistema desproporcionado y preponderante en favor de la economía liberal que ha adquirido cuotas de poder que debieran estar compartidas con los otros sujetos de la cadena. El efecto de estas causas conforman el escenario en el que actualmente nos encontramos: Gobiernos débiles (con soberanía limitada, ya no solo por los entes supranacionales como la Unión Europea, sino en manos de los poderes económicos), y una sociedad civil desestructurada e ignorada, que ha aceptado el papel de víctima mientras se deja llevar por la desidia o la desesperanza. Son precisamente estas las razones por las que la participación ciudadana tiene que dar un paso al frente y recuperar esa voz perdida. Un momento en el cuál nuestros representantes son o se ven incapaces de modificar una estructura enquistada que afecta de forma directa y negativa en la mayor parte de la sociedad española (tanto en el ámbito laboral, económico como en el colectivo).

     Las formas que se presentan para ejercer este derecho participativo son varias. A las conocidas fórmulas clásicas como sindicatos u organizaciones políticas debemos sumarle otras de valioso interés y que no obligan a tener que idenfificarse o rendir cuentas bajo unas pautas estrictamente marcadas. Antes de señalar estas herramientas, quisiera hacer un inciso en relación al caso concreto de las manifestaciones, donde es común que se pretenda confundir premeditadamente la participación en una protesta, reivindicación o manifestación con la defensa o afiliación a una organización con el único objetivo de desacreditar o estigmatizar la razón de la protesta en sí misma. Más simple, lo que se intenta a través de los medios de comunicación u organizaciones no afines es suscitar una relación directa entre el hecho reclamado y las entidades que lo promueven. Esta circunstancia deforma en numerosas ocasiones la realidad y no ayuda a permitir que los ciudadanos puedan manifestarse o reclamar sobre sus derechos libremente (al igual que hacen cargo de sus obligaciones). Existen ejemplos, y algunos recientes, como las protestas frente a la Reforma Laboral de 2012, las huelgas generales tanto de 2010 con la presidencia de Zapatero como la de 2012 con la presidencia de Rajoy, las proclamas en defensa de una democracia real o las más recientes contra los ajustes impuestos a consta del rescate económico de las entidades financieras españolas. En todas ellas, se ha intentado deliberadamente aglutinar a todos los participantes como parte de algún partido político, sindicato o incluso grupos antisistema, ignorando la razón de fondo.

     Para finalizar vayamos con algunas formas de participación que como ciudadanos y parte del sistema tenemos tanto el derecho como la obligación de utilizar para regenerar las células dañadas y recuperar la salud democrática.

    Por una parte tenemos la iniciativa popular, derecho reconocido que permite a los ciudadanos mediante la presentación de firmas, 500.000, presentar propuestas de ley al Parlamento o exigir cambios de leyes promulgadas en el Congreso (http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/lo3-1984.html). Podremos discutir sobre el exceso de número de firmas necesarias y de las limitaciones existentes para las iniciativas populares, además de la dificultad de organizar una estructura adecuada para su difusión, pero lo que está claro es que en una sociedad informatizada las posibilidades se multiplican, y lo primero que debemos atender es a nuestra propia implicación en aportar lo que esté en nuestras manos. Además, existe otro instrumento, con menor alcance pero también menos complejo que permite sugerencias, iniciativas o quejas (incluso por internet) sobre cualquier institución pública que es el derecho de petición (info: http://porlademocraciadirecta.org/wp-content/uploads/2011/07/derecho_peticion.pdf).
Otra forma de participación a través de organizaciones civiles y ONGs que trabajan en la defensa de los derechos sociales y democráticos.

        Por último existe el referéndum, fórmula que desgraciadamente no puede ser propuesta por el pueblo porque legalmente el referendo sólo puede celebrarse a propuesta del Presidente del Gobierno (más info: http://noticias.juridicas.com/base_datos/Admin/lo2-1980.html). Aún así, la exigencia de esta herramienta democrática por parte de la sociedad debe ser canalizada a través de otros medios como las firmas, la presión social, las manifestaciones y en último caso, la desobediencia civil (práctica que supone un quebrantamiento de la ley de forma consciente y pacífica como medio de protesta y concienciación ante situaciones de injusticia colectiva). Es necesario que el referéndum se convierta en una herramienta clave de decisión y en un elemento activo como fórmula para devolver la voz al pueblo en las decisiones más transcendentes, tanto en cuestiones económicas como sociales que afecten no sólo a las personas de forma individual, si no al país como conjunto.

¿Cómo es posible que no recaiga sobre la ciudadanía la potestad última de elegir sobre decisiones que condicionarán decisivamente el futuro del país y de sus propias vidas?    





Propuestas de solicitud de firmas para el referéndum vinculante sobre las condiciones impuestas a España por el rescate financiero, o en palabras del Ministro de Economía Luis de Guindos el 9 de junio de 2012 “préstamo financiero en condiciones muy favorables”. (http://www.elmundo.es/elmundo/2012/06/09/economia/1339264828.html)     
          

Para ampliar información y fomentar la implicación en estas cuestiones dejo algunos enlaces de interés donde se pueden promover iniciativas o participar activamente en ellas:

  

martes, 24 de julio de 2012

ALGO MÁS QUE UN VOTO (parte I)





"Ser joven y no ser revolucionario, es una contradicción hasta biológica". Salvador Allende






En Italia Mario Monti sustituye a Berlusconi; Ana Botella sustituye a Gallardón en el Ayuntamiento de Madrid; José Luis R. Zapatero elige a Rubalcaba como sucesor para la Secretaría General del PSOE y candidato antes de las elecciones de 2011; Lucas Papademos es sustituido por Yorgos Papandreu en la presidencia griega. Casos recientes como los citados (aunque existen muchos más) muestran la debilidad de nuestras democracias, incluso en su concepto más básico, la representatividad. En todos estos casos se han sustituido presidentes de países, secretarios generales de partidos y alcaldes sin elecciones previas ni votación ciudadana o de afiliados en el caso de los partidos. A estos sucesos podríamos sumar la reforma del art. 135 de la Constitución española sin pasar por la votación del electorado (http://www.elmundo.es/elmundo/2011/09/01/espana/1314911180.html). ¿Qué demuestran estas decisiones? Sin duda, son la muestra del distanciamiento de los políticos (dígase partidos políticos) con la ciudadanía que les elige y a la cuál representan. El déficit democrático recorre las arterias de los sistemas democráticos y en el caso de España está generando una ruptura político-social de graves consecuencias que la sociedad civil no está sabiendo canalizar.
Aunque con seguridad merecería la pena indagar más sobre el concepto democracia y qué es realmente, en esta primera entrada algo teórica pero necesaria, trataré de reseñar la importancia de la democracia participativa y cómo formar parte de ella. Haciendo un mapa de situación, la democracia participativa podemos situarla de forma orientativa en un centro imaginario entre la democracia representativa y la democracia directa. Y si de algo debemos concienciarnos es de la trascendencia que tiene para el futuro de los países, concretamente en el caso español. Sin profundizar en estos tres conceptos propongo una breve explicación/distinción entre ellos: 

  1. La democracia representativa es el concepto más básico que conocemos de sistema democrático, el mismo que reina en la totalidad de países que consideramos “democráticos”. Sencillamente, es el concepto que reconoce que mediante unas elecciones libres y universales se elije a unos representantes de la masa social.
  2. La democracia participativa sería, sintetizando el concepto, aquella en la que además de elegirse unos representantes de los ciudadanos, la sociedad mediante instrumentos democráticos (organizaciones civiles, referéndums, asambleas, ect.) continúe participando e influyendo en las decisiones que esos representantes legítimamente votados toman a lo largo de su legislatura. En la lógica democrática, no debería existir diferencia entre democracia representativa y participativa, ya que la participación activa de la sociedad debería estar intrínsecamente ligada al concepto de democracia, al igual que debiera ocurrir en muchos casos con el tercer tipo;
  3. la democracia directa, en este caso haríamos referencia a una democracia participativa asamblearia vinculante, es decir, que la práctica totalidad de las decisiones políticas a todos los niveles (local, provincial o estatal) estuvieran bajo la discusión y votación asamblearia de todos aquellos ciudadanos que desearan participar. Para ello existirían diferentes instrumentos y sujetos dependiendo del nivel al que pertenezca la actuación política. De esta forma, existirían asambleas de barrios o pueblos que discutan y voten decisiones, que en caso de ser de un nivel más amplio (ciudad, ayuntamiento o provincia) se decidirían según la suma de los resultados en los distintos pueblos o barrios. En cuestiones de gran importancia o que alberguen grandes ayuntamientos, provincias, autonomías o Estado nacional se podría realizar mediante la fórmula del referéndum. En términos estrictamente de igualdad y democracia esta tercera fórmula sería la más “justa”, aunque plantea serios problemas de eficiencia y eficacia a la hora de tomar decisiones ya que necesita de un continuado debate y votación que ralentiza los procesos. En este caso los políticos actuarían como administrativos con la capacidad de publicitar o defender posturas ante las asambleas. Para solucionar en parte estos problemas, se están promoviendo ideas como el uso de internet para agilizar procesos.
Pero como decía esta no es la cuestión a tratar, así que en la siguiente entrada abordaremos nuestras opciones de actuación en el tema central : la democracia participativa.


  

lunes, 23 de julio de 2012

FALTA DE COSTUMBRE


Hace unos años un familiar porteño templaba mi fascinación ante la multitud de protestas diarias que se agolpan ante la Casa Rosada. "Son molestas, pero uno se acostumbra", me decía. Las proclamas pidiendo derechos básicos de la sociedad civil, muchas veces golpeados al otro lado del charco y cada vez más dañados en España, se sucedían ante mis ojos. No podía entender como alguien puede tomar por costumbre el clamor ciudadano.
Hoy lo entiendo todo. Desde que el 15-M vio la luz, las protestas, acampadas y manifestaciones se han sucedido en este paradisiaco país llamado España. Paradisiaco, sí, pero no por la buena vida que oferta, sino porque estamos cada vez más cerca del desierto. Llegaron las huelgas de profesores, los mineros marcharon por el centro de la capital, los ERE en diversos sectores de empleo aumentaron de manera imparable... Y los ciudadanos parece que se acostumbraron... Si los argentinos saben de algo es de capear crisis y los sinsabores que traen los gobiernos corruptos. Así que parece que mi pariente tenía razón.
"La cosa está muy mal", se limitan a decir algunos. "Este país cada vez está peor", dicen otros. Frases que se dirigen hacia el inmovilismo y que apartan de las conciencias la inquietud y las ansias de cambio. A pesar del clima de pesimismo reinante, todavía hay esperanza. Hay gente que quiere despertar y cuesta creer que esta sociedad adopte como algo común las movilizaciones. Si hay algo que nos diferencia de la eterna crisis argentina,  por mucho que los titulares de los periódicos españoles jueguen con términos como 'corralito', es que todavía nos sorprendemos ante las 'meteduras de pata' de los que gestionan nuestras vidas.
El españolito de a pie se sigue 'cabreando' cuando escucha gritos como el de la diputada del PP por Castellón, Andrea Fabra. "¡Que se jodan!", se atrevió a decir mientras el presidente del Gobierno Mariano Rajoy anunciaba los recortes que se avecinan. Y es que si de algo puede presumir la Península Ibérica es de la cantidad de 'listillos' que la habitan y de los pocos 'gilipollas' que se dedican a pagar el pato. No es de educación emplear insultos, pero es un intento de rebajar este texto al nivel de los que nos gobiernan y deciden por nosotros. Y, a la vez, este lenguaje sirve para hacer referencia a la columna que Manuel Jabois publicó en El Mundo el pasado 17 de julio. Un artículo que refleja el sentimientos de muchos ciudadanos que se están sacrificando, mientras otros se aprovechan de su esfuerzo. Tal y como decía en su columna: "A España", piensa usted, "le sobran listos y le faltan gilipollas. Y 50 millones de listos hunden más rápido un país que 50 millones de gilipollas".

Con espectáculos así, prefiero no acostumbrarme nunca a ser el tonto que todo listo desea.

Imágenes de las continuas protestas frente a la Casa Rosada. Buenos Aires (Argentina) / NAYARAK

MIEDOS Y CONMOCIONES

Shock & Awe

"Del shock y de la conmoción surgen miedos, peligros y destrucciones 
inaprensibles para la mayor parte de la gente,para elementos y sectores 
específicos de la sociedad de la amenaza, o para los dirigentes. La naturaleza,
bajo la forma de tornados, huracanes, terremotos, inundaciones, incendios 
descontrolados, hambrunas y epidemias también puede generar estados de 
shock y de conmoción" 


Una shock es “choque nervioso o circulatorio producido por una impresión”; todos, alguna vez, hemos experimentado una situación de shock, todos hemos visto como han quedado pueblos arrasados después del paso de un tsunami, un terremoto, como el efecto de un huracán puede destruir hogares en cuestión de minutos. Otros ejemplos muy ilustrativos de este tipo de situaciones son los atentados terroristas acaecidos Nueva York el 11-S, o los de Madrid el 11-M. En todos estos ejemplos, cuando vemos, leemos u oímos las noticias, notamos ese shock. Entramos en un estado de “desconexión” de la realidad, todo lo que sucede a tu alrededor pasa a un segundo plano. La conmoción de ese hecho te lleva a un estado de parálisis que te provoca que pierdas la percepción momentánea de las cosas que te importan en tu día a día.

Este miedo generado por situaciones de shock es aprovechado por los dirigentes de los países para llevar a cabo políticas impopulares. Ante la necesidad de los países de ayuda financiera externa, los organismos internacionales (FMI, BCE,..) ofrecen dicha ayuda pero con una serie de condiciones que van a llevar al país a una situación de depencia y perdida soberana, un protectorado del libre mercado sin regularización y sin ayudas sociales. Estas decisiones impopulares provocan que los gobiernos planteen políticas de shock que hagan ver al pueblo que la situación del país es crítica, y así implantar las medidas. Los medios nos informan de la prima de riesgo, bono a diez años, paro; y todos estos datos nos genera una situación que percibimos como que el país se hunde. Si este hecho lo prolongamos en el tiempo, el pueblo entra en estado de shock hay miedo en la gente: miedo a perder el trabajo, la vivienda, el futuro. Y el miedo paraliza.

Las crisis de los países las provoca el hombre por sus intereses económicos, cuando la crisis brota empiezan las políticas de shock con el fin de que el pueblo asimile mejor las medidas que van a llevar a más paro, perdida del estado de bienestar y regulaciones laborales que deriven a trabajar más por un salario bajo.

En definitiva, medidas que son políticamente imposibles, cuando estamos en crisis son políticamente inevitables.